Al mirar los cuadros de piedras, se puede apreciar la naturaleza que hay en ellos, ya que parte del misterio de cada obra, es que los elementos que las componen no han sido manipulados ni modificados de cómo se encontraron, respetando así su estado original.
Lo que para la gran mayoría son simplemente piedras, para mi son la valiosa materia prima con la que dar forma a mis originales creaciones.
Estas piedras aparentemente inertes, se convierten en piezas protagonistas llenas de vida que nos cuentan momentos, historias... y nos cargan de emociones.
Esta es mi magia: convertir piedras inertes, en escenarios llenos de vida que nos llevan a historias, momentos y emociones, que calan hondo en quienes lo contemplan.
La magia de revivir a las piedras, hasta los límites de lo imposible, creando un diálogo entre lo entrañable y lo fascinante.
La respuesta nos la da el mar y sus idas y venidas, con las que reinventa la belleza de estas piedras mientras duermen y mostrando de esta manera, su verdadera naturaleza.
Con sus golpes y sus roces, las moldea, las esculpe a su capricho, logrando un resultado que dificilmente conseguiríamos igualar si lo quisiéramos imitar.